
Cuando estoy sola y tengo mucho tiempo (quien dice mucho tiempo sabe perfectamente que el tiempo siempre es poco), cuando tengo tiempo me dedico a ver películas que debería haber visto antes pero que el destino no ha querido que las vea por H o por B. La Dolce Vita ha sido para mí una experiencia preciosa, por ello, y gracias a la moderna tecnología de mi ordenador, ya está perfectamente pirateada en mi hogar. Sé que es delito pero, ya veis, soy una mujer a la que le gusta correr riesgos ju,ju. Me ha causado un impresión tal, que voy a poner la imagen también en esta entrada, ahí va:
Ala, ya está.
Hay otras cosas que suelo hacer cuando estoy sola y tengo tiempo. Me refiero a otras cosas aparte de lo que estáis pensando, que sí, y mucho, faltaría más. Me estoy refiriendo a esa absurda manía de imaginar como sería aquello que no voy a tener nunca. Como sería el encuentro, qué cosas le diría que cosas me contestaría, como me miraría y como me tocaría. No creo que me haga ningún bien y en realidad, tampoco creo que me esté haciendo ningún mal. En el sentido de que a veces le echo de menos y me pongo tristorra, tristorra, pero otras veces, pasa como hoy, que he soñado con él y me he puesto de todo menos triste. Uff! Qué hombre!!
2 comentarios:
Si te confieso que yo tadavía no la he visto... Jaja, lo de recrear situaciones y diálogos tb lo hago yo, pero nadie podrá convencerme de que sea patológico, sólo es una vía de escape... Ahora, no sé si te servirá, pero x hí hay tiarrones de verdad que vn más allá de lo imaginable;p. besos!
uuuuuuu!!!!!! espero que tengas razón:
La realidad siempre supera la ficción ¿Eso dicen? Por algo será!
Publicar un comentario