Soy lo peor.

Parece mentira, realmente soy lo peor. Una expresión bastante pobre por otra parte. Hasta en eso soy lo peor. Me quedan pocos días de vivir en esta maravillosa falta de rutina. Sí, soy afortunada, todavía me estoy tocando la vaina a dos manos. Esta expresión creo que supera a la anterior en lo pobre y en lo grotesco. En fin. Si me quejo es porque me da rabia comprobar como dejo que pase el tiempo y mi mayor preocupación, (está comprobado) es desarrollar estrategias para escaparme de mis obligaciones. Busco tareas, para evadirme del trabajo, que parezcan lo suficientemente importantes como para no sentirme mal cuando las antepongo a lo que sé que apremia pero no me apetece nada hacer.

Sé que es algo que todos hacemos. Que hasta la noche anterior no me pondré a ello pero quiero hacer incapie en lo triste que es saberlo, ser perfectamente y absolutamente consciente de ello y aun así, pasar del tema.

Creo que esto se debe a que siempre he sido buena estudiante y muy responsable, y todo lo que se espera de una buena chica y ahora, de vez en cuando tengo ramalazos "rebeldes" de: "uy, uy, soy supermala porque no voy a hacer este trabajo todo lo bien que se espera de mí, uy, uy que rebelde y supermala soy".

Realmente soy lo peor...