Ayer me quedé hasta tarde viendo una simpática película de la 2: Habana Blues.
No voy a hacer una crítica de cine, no os hagáis ilusiones. No me veo preparada para hacer una crítica seria, aunque cierto es que poca gente lo está y a nadie le da vergüenza manifestarse en estos temas.
Yo diré que la película me tocó, me hizo viajar y pensar. Pero no parece que fuera lo que realmente traspasó a mi subconsciente, ya que esta mañana me he levantado sudando. El sueño que yo he tenido con un cubano magnífico, una piscina, ausencia de ropa y demás factores no tiene precio y dudo que lo programaran en la cadena cultural por excelencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Jajaja... ¿Cómo se programan esos sueños? Quiero uno...
mmmmm....nunca sueñas lo que quieres...ya sabes, pero a veces te llevas unas sorpresas...
Publicar un comentario